Todo tiene su final y parece que mi estancia en este colegio acaba ya. Han sido siete años, del 2005 al 2012, que la verdad si lo pienso, da miedo por la rapidez con la que han transcurrido pero haciendo un repaso de este período solo llegan a mi mente momentos buenos y felices. Y todo ello ha sido gracias a compañer@s, alumn@s y familias. No quiero dar nombres porque seguramente me deje alguno en el tintero y no me lo perdonaría, pero es un hecho que ha habido personas con las que he tenido mayor afinidad en esta etapa de mi vida, por el trato, por el mayor número de horas compartidas, calidad humana, viajes, en definitiva por un sin fin de motivos personales y profesionales, a tod@s vosotr@s un millón de gracias, estoy en deuda con vosotr@s.
Pero a pesar de ello sería injusto a todos los efectos no hacer mención aquí a mis compañer@s Ángel, Charo, Nieves, María, Marta, Candi, Rafa, Paco, Mª Carmen, Pepe, etc. A los demás un fuerte abrazo, solo me pesa no haber compartido más tiempo con vosotr@s.
Dar nombres de tod@s los alumn @s que he tenido sería una faena ardua y farragosa. Ello además contaría con un gran inconveniente, el olvido. Por este motivo no haré menciones personales. Os doy las gracias a tod@s por el estupendo comportamiento que habéis tenido conmigo y el cariño que me habéis mostrado, gracias de todo corazón. Espero que con el paso del tiempo no me olvidéis y no haber sido demasiado recto, como diría alguna alumna.
A las familias, gracias por confiarme la educación de vuestr@os hijos, me he esforzado por hacerlo lo mejor posible, espero haber acertado.
Siete años, que se dice pronto, pero que han sido de un verdadero enriquecimiento personal y profesional y que no cambiaría.
Muchas gracias a tod@s y un fuerte abrazo de un sampedreño que os llevará siempre en su corazón.
